La joven habría bailado hasta mediados de 2008.
Conmoción en el mundo de la música nacional al revelarse que Mercedes Gutiérrez, encargada de bailar hasta el fin, según un contrato verbal establecido con la banda Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, abandonó sus obligaciones hace casi 5 años.
«Bailé y agité más de 15 años sin parar. Era mi obligación e incluso llegué a rechazar varias ofertas de trabajo, entre ellas, la de participar en Bailando por un Sueño 2007», relata apenada la joven de origen centroamericano. «Cuando la banda se disolvió en 2001 supe que vendrían tiempos difíciles, y no me equivoqué», refiere Mercedes, y puntualiza que «descubrir que ya no contaba con Obra Social en medio de un control con mi podólogo de cabecera, fue la gota que rebalsó el vaso». Sin embargo, continuó con su labor por otros siete años más, fiel al pedido de «Vamos, Negrita, hacelo por mí» al que estaba sometida.
Mientras tanto, algunos fanáticos del mítico grupo de rock nacional, la acusan de falta de compromiso. «Al final, la hormiga se le durmió», sentencian. Aunque, por otro lado, defensores de los derechos de los trabajadores, indican que «ella era consciente de que Dios ya no quería que baile, pero Carlos Solari continuó incitándola para que no se detenga, aún en precarias condiciones de trabajo y sin goce de sueldo», al tiempo que denuncian que «se trató de un claro caso de explotación laboral».
Lo cierto es que nadie se percató antes de que La Negrita de «Caña seca y un membrillo» ya no bailaba y el caso quedó archivado sin más repercusiones.
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