Se lo ve conforme con el resultado.
Enorme sorpresa se llevó un joven
de 26 años que, por consejo de su novia, decidió recortar la piel que recubre
su pene y así mejorar la higiene del miembro. Es que debido a un descuido
médico, terminó con genitales femeninos.
«El problema comenzó cuando me
quedó desparejo un lado y quise acomodarlo recortando más del otro, pero me volvió
a quedar mal. Cuando me di cuenta, ya había rebanado medio pene, no podía dejarlo así», confiesa, acongojado,
el profesional a cargo de la operación. «Tampoco es que tuviera mucho para
cortar. Y se la dejé bastante bien», se excusa.
Enfermeros y otros trabajadores del sanatorio habrían pedido el número de teléfono del muchacho.
La pareja de la víctima y algunos
familiares intentaron iniciar acciones legales en contra del médico actuante,
pero el vaginal damnificado se negó alegando que «es un problema menor» y que
«habrá que acostumbrarse» a la situación. «¡Qué le vamos a hacer!», concluye.
Allegados al perjudicado, afirman
haberlo visto frente al espejo «haciendo conchita» con sus piernas semanas
previas a la intervención quirúrgica y no descartan que, en un futuro, quiera «hacerse las lolas».
La novia era lesbiana y tenía todo arreglado con el cirujano.
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