martes, 21 de enero de 2014

LE INDICARON UN MILAGRO PERO SU OBRA SOCIAL NO LO ACEPTÓ.

«Necesitaría un milagro», fueron las palabras del cirujano que atendió a Rosita Gersh, una comerciante de 58 años que sufrió un grave accidente doméstico el pasado domingo y se encuentra actualmente en estado muy delicado.

Inmediatamente, los familiares de la paciente recurrieron a su obra social para solicitar la autorización del pedido milagro, pero los médicos auditores la negaron.

«No estamos en condiciones de repartir milagros a troche y moche. La situación actual nos obliga a disminuir drásticamente este tipo de tratamientos», confiesa un responsable de la aseguradora y agrega que «los médicos se la pasan pidiendo milagros porque no quieren trabajar».

Desesperados, los acompañantes de Rosita ya se encuentran en búsqueda de terapias alternativas que oyeron por los pasillos, en boca de algunos médicos.

«El terapista dijo que le haría faltaun ojete bárbaro” para recuperarse, así que ya lo estoy tramitando», relata la sobrina de Gersh, quien también logró escuchar que “de puro pedo” podría salvar a su tía, pero aún no está segura de qué se trata eso.

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