martes, 21 de enero de 2014

LE INDICARON UN MILAGRO PERO SU OBRA SOCIAL NO LO ACEPTÓ.

«Necesitaría un milagro», fueron las palabras del cirujano que atendió a Rosita Gersh, una comerciante de 58 años que sufrió un grave accidente doméstico el pasado domingo y se encuentra actualmente en estado muy delicado.

Inmediatamente, los familiares de la paciente recurrieron a su obra social para solicitar la autorización del pedido milagro, pero los médicos auditores la negaron.

«No estamos en condiciones de repartir milagros a troche y moche. La situación actual nos obliga a disminuir drásticamente este tipo de tratamientos», confiesa un responsable de la aseguradora y agrega que «los médicos se la pasan pidiendo milagros porque no quieren trabajar».

Desesperados, los acompañantes de Rosita ya se encuentran en búsqueda de terapias alternativas que oyeron por los pasillos, en boca de algunos médicos.

«El terapista dijo que le haría faltaun ojete bárbaro” para recuperarse, así que ya lo estoy tramitando», relata la sobrina de Gersh, quien también logró escuchar que “de puro pedo” podría salvar a su tía, pero aún no está segura de qué se trata eso.

sábado, 2 de noviembre de 2013

LE DAN TRES AÑOS DE VIDA Y SE LOS GASTA EN UN MES

Los profesionales denuncian que ya nadie respeta las indicaciones médicas.


A Ricardo Montiel, un comerciante de 52 años, le diagnosticaron una enfermedad incurable que, aún con tratamiento adecuado, no le permitiría vivir muchos años más. Los médicos le informaron que le daban «apenas tres años de vida», pero inesperadamente, el enfermo los despilfarró en poco menos de un mes.

«Un malgasto de vida, lamentablemente. Menos mal que no le dimos cinco años, como pensamos en un principio», revela el Dr. Serrucho, médico de cabecera del fallecido.  «Se los gastó como negro que recién cobra el sueldo», dispara otro profesional que prefiere mantener su identidad en secreto.


«Este tipo de actitudes sólo nos empuja a recortar el reparto de años de vida de todos los pacientes. El presupuesto es acotado y todos sabemos que el tiempo es oro, nadie está para tirar años al techo», declara severamente el director de una prestigiosa clínica.


viernes, 4 de octubre de 2013

DEBÍA SER CIRCUNCIDADO Y LE REALIZARON VAGINOPLASTIA.

Se lo ve conforme con el resultado.


Enorme sorpresa se llevó un joven de 26 años que, por consejo de su novia, decidió recortar la piel que recubre su pene y así mejorar la higiene del miembro. Es que debido a un descuido médico, terminó con genitales femeninos.

«El problema comenzó cuando me quedó desparejo un lado y quise acomodarlo recortando más del otro, pero me volvió a quedar mal. Cuando me di cuenta, ya había rebanado medio pene, no podía dejarlo así», confiesa, acongojado, el profesional a cargo de la operación. «Tampoco es que tuviera mucho para cortar. Y se la dejé bastante bien», se excusa.


Enfermeros y otros trabajadores del sanatorio habrían pedido el número de teléfono del muchacho.

La pareja de la víctima y algunos familiares intentaron iniciar acciones legales en contra del médico actuante, pero el vaginal damnificado se negó alegando que «es un problema menor» y que «habrá que acostumbrarse» a la situación. «¡Qué le vamos a hacer!», concluye.

Allegados al perjudicado, afirman haberlo visto frente al espejo «haciendo conchita» con sus piernas semanas previas a la intervención quirúrgica y no descartan que, en un futuro, quiera «hacerse las lolas».


domingo, 29 de septiembre de 2013

BIDET: USO CONTROVERTIDO.

Especialistas de todo el mundo no consiguen responder un interrogante que ha dificultado la vida diaria de miles de personas alrededor del planeta: «¿Cuándo es necesario usar el bidet?».


Continúa el debate.

Si bien el bidet no está incorporado en la totalidad de los países, son muchísimas las personas que se ven en un aprieto a la hora de valerse de este dispositivo. Es sabido que su uso ha requerido el desarrollo de un criterio adecuado para cada ocasión. ¿Se debe utilizar siempre después del inodoro?

Expertos aseguran que en la actualidad nos encontramos frente a un «subdiagnóstico de situaciones que necesitarían el accionar del bidet y que, como consecuencia, devienen en un aumento exponencial de la incidencia de ropa interior palometeada», e insisten en que «todo acto que exija el uso de papel higiénico, debe ser seguido inmediatamente del uso del bidet».

Sin embargo, en contraposición, agrupaciones ecologistas se empecinan en remarcar que «la realidad nos obliga a discriminar cuidadosamente aquellas circunstancias que realmente requieren del bidet para no generar abuso, ya que es un recurso limitado debido a la cantidad de agua potable que desperdicia».

¿Pero acaso el agua que se economiza con la disminución del empleo del bidet no se malgasta lavando las prendas íntimas que resultan víctimas de una mala higiene? Este tipo de interrogantes mantienen en vela a cientos de conocedores del tema, que continúan en arduo debate.

Mientras tanto, miles de ciudadanos alzan su preocupación ante esta problemática que no parece tener pronta solución. «Yo me fijo, si el papel me queda medio pastoso, es señal de que tengo que usar el bidet», aporta Julio, vendedor en un puesto de revistas consultado por nuestra editorial. Por otro lado, Cecilia, ama de casa, nos relata que «por culpa de los jueguitos del celular, me cuelgo unos quince o veinte minutos empapando la muchacha», despreocupada por el despilfarro del potable recurso natural.


Cecilia.

A la espera de una resolución formal por parte de los entendidos, tendremos que seguir afrontando esta coyuntura según juicio personal.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

OLVIDA QUE LLEVA PUESTAS SUS GOOGLE GLASS MIENTRAS VA AL BAÑO Y LO TRANSMITE TODO POR HANGOUTS.

Más de 10 personas, entre familiares y amigos, fueron testigos del acto defecatorio de una oficinista de 35 años que olvidó que llevaba puestas sus gafas multimedia al momento de realizar sus necesidades biológicas.

«Me sorprendió que, al regresar a mi computadora, las conversaciones hayan virado hacia temas como: deshacerse de manchas en la ropa interior, diferentes marcas de aromatizantes de ambiente e incluso cómo incorporar más fibra a mi dieta», relata avergonzada la mujer expuesta, y lamenta que «nadie haya sido directo y claro con lo que estaba ocurriendo. Al final fueron ellos los que se cagaron en mí».

Expertos aseguran que la introducción de tecnologías cada vez más imperceptibles en nuestra vida diaria, puede hacer que simplemente nos olvidemos de su existencia, generando este tipo de inconvenientes.

«Tendré que ser más cuidadosa. Sólo espero no haberlo subido accidentalmente a YouTube», concluye con preocupación la damnificada.